La felicidad no mora en los bienes materiales que tenemos, sino en todo lo
contrario, la clave está en las memorias
almacenadas, al menos a largo plazo. Es la conclusión de un
estudio de la Universidad Estatal de San Francisco.
Cuando viajamos se fortifica el encéfalo, el cual es la parte del
cerebro encargada de experimentar nuevas experiencias, asimilar diferentes
idiomas y culturas. Al viajar se extienden las conexiones neuronales y refuerza
nuestra mente. Múltiples estudios científicos han comprobado que viajar es
una práctica trascendental que nos aleja de la rutina y que tiene beneficios
extraordinarios para nuestro organismo y cerebro.
Thomas Gilovich,
investigador y profesor de psicología, alega que “somos la suma total de
nuestras experiencias”, y que “nuestras mayores inversiones deberían dedicarse
a crear recuerdos en base a experiencias y vivencias personales”, como los que
se generan viajando.
photo: tumblr
Enfatiza Sagrario Manzano Palomo, organizadora del Grupo de
Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología. “Las
experiencias novedosas estimulantes y gratificantes mejoran nuestra reserva
cognitiva, todo lo contrario de lo que ocurre cuando sufrimos episodios
estresantes, que debilitan las redes neuronales”,
Conjuntamente, una investigación realizada por científicos franceses
relacionó el aumento de la creatividad y la sinopsis neuronal con la adaptación
a culturas distintas cuando viajamos.
Recordemos que lo desconocido nos ayuda a conectar. Para la psicóloga Cristina Silvente “si viajamos en familia o con amigos, nos permite disfrutar más de ellos, compartir experiencias, anécdotas que guardaremos en nuestra memoria toda la vida”. Si en cambio viajamos solos o nuestro viaje se termina pareciendo a Jumanji, también tenemos mucho que ganar según Silvente: “si se tienen que hacer frente a problemas o dificultades, y salimos bien parados de ellos, nos mejorará nuestra propia autoestima, desarrollaremos nuevos recursos propios y fuerza interna: puedo o soy capaz".
El viajar mata los prejuicios y la ignorancia, por ello un criterio amplio de la gente y la vida nunca será alcanzable si nos sentamos en nuestro propio rincón del mundo» – Mark Twain.
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