Lamentablemente, escasas
personas poseen la disciplina de comer solo cuando sienten hambre.
Niños y los adolescentes se están acostumbrando a una comida con
un alto contenido de calorías, colesterol y grasas que propicia el aumento de
peso y con ello serias complicaciones para el organismo.
El Departamento de Extensión Cooperativa de la Universidad de
California llevó a cabo un estudio para analizar los hábitos alimenticios entre
los latinos y éste reveló que los pequeños en edad preescolar comen en promedio
nueve veces al día.
“Las madres latinas tienden a sobrealimentar a sus hijos porque no
quieren que se queden con hambre”, comenta la dietista Martha López, del
Departamento de Extensión Cooperativa de la Universidad de California en el
condado de Ventura.
Muchos de los malos hábitos alimenticios se originan por la falta
de actividad creada por la costumbre de tener la televisión prendida todo el
día, por comer indiscriminadamente y por la falta de ejercicio.
Si los niños se mantienen activos y juegan o practican fútbol,
béisbol, danza, natación o atletismo en espacios abiertos, no estarán tan
hambrientos como los menores que por aburrimiento se refugian en la televisión
y en la comida. La facilidad de dar una
botana frita hace que los padres las prefieran en lugar de prepararles un
licuado, un yogur o cualquier otra comida.
Los padres de familia no deben darse por vencidos cuando sus hijos
dicen no a verduras o frutas”, explica Kaiser. “Por lo menos se requiere de
unos 12 intentos para que el paladar de un niño se acostumbre a un nuevo sabor,
por eso el cambio debe ser progresivo y constante. No es conveniente presentar
un plato enorme de verdura, es mejor empezar con porciones pequeñas y
presentarlas de una manera atractiva.
Aunque su hijo diga que no, insista en que coma platillos variados. La especialista en nutrición Lucía Kaiser, de la Universidad de California, está segura de que el gusto de los niños puede cambiar si una madre o padre se lo propone.
Aunque su hijo diga que no, insista en que coma platillos variados. La especialista en nutrición Lucía Kaiser, de la Universidad de California, está segura de que el gusto de los niños puede cambiar si una madre o padre se lo propone.
0 comentarios:
Publicar un comentario